Ese mismo comportamiento es el que entra en funcionamiento en nuestro cerebro cuando nos quedamos enganchados a una máquina tragaperras esperando a que salga dinero apretando la palanca una y otra vez.
Curiosamente, ese efecto de "recompensa variable -> enganche constante", es el mismo efecto que nos hace refrescar la pagina en twitter o facebook constamente o que nos hace mirar el email docenas de veces al día.
Un email tiene el potencial de ser una pequeña recompensa emocional creando en nuestro cerebro una reacción química de satisfacción. Algo bueno y divertido puede salir del inbox, lo malo es que funciona de manera variable. Ese funcionamiento de muchos procesos en internet puede llegar a mantenernos enganchados a la bandeja de entrada igual que si fuésemos ratones esperando comida.
El email, como las tragaperras, funciona como un Refuerzo Variable Intermitente. Blog de Jesus Encinar
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